martes, 8 de marzo de 2011

FOMENTO A LA LECTURA

A los niños en edad preescolar les gusta mirar revistas, diarios, anuncios espectaculares y anuncios de negocios, un hecho que los adultos pueden aprovechar para mostrar las imágenes y describirlas para que los infantes enriquezcan su vocabulario, conozcan señalamientos de tránsito, se familiaricen con las letras y estimulen su imaginación.
Todavía yendo más lejos, el acercamiento con las palabras cuenta con otras ventajas, las cuales van de la mano con importante aliado: los libros de cuentos. En efecto, las narraciones siempre han sido atractivas para los chicos, ya que además de mostrarles el uso del lenguaje poseen la facultad de proporcionar interpretaciones del mundo que ayudarán a su desarrollo.
Esto se debe a que, en cuanto a aspectos psicológicos y emocionales se refiere, los cuentos se desarrollan en el mismo plano en el que se encuentra el niño ya que, de acuerdo con los especialistas, fábulas y relatos hablan de los fuertes impulsos emocionales del pequeño, que logra una comprensión inconsciente de sí mismo a la vez que se le ofrecen ejemplos de soluciones, temporales o permanentes, a sus conflictos de convivencia y acercamiento con el mundo.
Asimismo, los cuentos infantiles proporcionan seguridad al niño porque le dan esperanzas respecto al futuro, pues aunque las contradicciones y problemas del mundo son representadas mediante personajes y acciones de la historia, se mantiene siempre la promesa de un final feliz, lo que permite al infante comprender hechos y emociones que todavía no entiende ni domina, y que pueden llegar a angustiarle.
Así, los padres pueden aprovechar estas cualidades al adquirir libros de cuentos ilustrados para que los lean en compañía de sus hijos, a la vez que siguen sencillas normas:
  • Deben contar con un lugar cómodo para leer, ya que cuando un pequeño siente calidez y el contacto físico de los padres, desarrolla una actitud más positiva hacia la lectura.
  • Al tiempo que relatan el cuento en voz alta y clara, los padres deben deslizar el dedo índice por donde transcurre la lectura, ya que esta medida ayuda a que el infante se familiarice con conceptos básicos, como existencia de palabras que forman oraciones y que el orden para leer (y escribir) es de izquierda a derecha y de arriba abajo.
  • Si la madre o padre decide hacer preguntas al niño para que participe, le dará tiempo suficiente para pensar y responder, y siempre prestará atención a cada contestación; el tutor debe procurar mayor énfasis en los aciertos del pequeño que en la corrección de sus errores.
  • Todo comentario o expresión del niño debe ser atendida y observada por los progenitores para que sepan cuáles son las cosas que le gustan y las que no le atraen.
  • Ante todo, los padres deben acostumbrar al niño a leer por placer y por curiosidad, aprovechando el interés natural del niño por el mundo que lo rodea, y nunca agobiarlo, aburrirlo u obligarlo.
Finalmente, madre y padre deben considerar que los niños aprenden a su tiempo, por lo que presionarlos en cuanto a velocidad o a que tengan interés en ciertas cosas, temas o actividades es un factor que puede demorar el aprendizaje.

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